No es necesario que sea en la casa del macho, pero tradicionalmente se realizaba así ya que se supone que de esta manera le es más fácil a él imponer su dominancia.
Y la perra al no sentirse invadida se muestra más amigable.
Esto es válido en los casos donde los perros se arreglan por su cuenta y cuando la influencia de los dueños es mínima.
Cuando uno sabe con seguridad que la perra está en el momento justo para servir y más aún cuando se planea realizar un SERVICIO ASISTIDO o una INSEMINACIÓN ARTIFICIAL, se puede hacer esto tanto en el lugar de la hembra como en el del macho, e incluso en algún lugar neutral.
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