Parto Asistido & Cesárea Programada

Muchas personas piensan que el parto es un evento que siempre se va a desarrollar en forma automática y sin complicaciones, pero eso es aceptable en animales que han sobrevivido por generaciones afrontando este difícil evento sin ninguna ayuda.
Este, sin duda, no es el caso de nuestras perras!
Lógicamente, el hecho de pertenecer a una raza, cualquiera sea esta, la facilidad de parto nunca ha sido una característica a priorizar, haciendo que las dificultades durante el parto (distocias) sean relativamente frecuentes.
Si a esto le sumamos que muchas de las perras son madres por una única vez, es lógico pensar que son madres inexpertas, y esto no es diferente en cuanto a la experiencia de los propietarios, ya que muchas veces, también ellos, suelen ser primerizos en esta experiencia.
Es por eso que muchas veces la presencia de un partero suele ser de mucha utilidad.
Las perras inexpertas, muchas veces, no saben como limpiar a los cachorros y algunos terminan ahogados dentro de sus propias bolsas fetales. Otras por intentar protegerlos los aplastan, y algunas por no saber como cortar el cordón los terminan lastimando e incluso eviscerando.
Estos son solo algunos de los posibles contratiempos que se podrían presentar cuando uno no presencia el parto o no tiene la mínima experiencia y habilidad para asistir a la perra.
Desde ya que existen infinidad de situaciones no tan frecuentes que sin la ayuda adecuada terminarán, con suerte, en un consultorio veterinario y probablemente en una operación cesárea de urgencia.
Es por eso, que una de las funciones más importantes del partero, es determinar si el parto tiene o no posibilidades de desarrollarse por vía natural. Y en caso de que eso no fuera posible, solicitar la asistencia pertinente cuando aún el tiempo está a nuestro favor y no cuando ya estamos frente a una urgencia.
En los casos en que el parto, si se produce, es la función del partero monitorear que todo se desarrolle normalmente y ayudar solo cuando algo se complica.
La idea de esto es minimizar el riesgo de pérdidas por situaciones de inexperiencia.
Es muy importante también, poder determinar que verdaderamente el parto finalice, sabiendo que la perra no tiene aún cachorros dentro, y chequeando que todos los que han nacido se encuentran bien.
Es también en este momento, donde se dan las indicaciones pertinentes para la madre y los cachorros en los primeros días, hasta que sea el momento en que el veterinario de cabecera tome la posta.

 

Sugerencias e indicaciones para asistir en el parto a nuestra perra:

La preñez de la perra dura generalmente dos meses, 60 días, pudiendo haber ciertas variaciones tanto en más como en menos. Estas diferencias surgen de no saber con exactitud cuando se produjo la concepción, ya que normalmente contamos desde los días en los que la perra fue servida o inseminada. Esto sí sucedería si supiéramos con certeza las fechas de fertilidad de la perra por haber realizado el dosaje de progesterona, y cuando esto es así es muy raro que la fecha se aleje mucho de la esperada. También es importante tener en cuenta los controles ecográficos durante la preñez, que nos permiten establecer la fecha más probable de parto.Es muy útil relizar el control de temperatura al final de la gestación para determinar el momento de parto.

Desde el momento del servicio hasta el día 25 donde realizaremos la ecografía de control no debemos realizar ningún cambio en la vida cotidiana de la perra.

A partir del día 40 de gestación es recomendable, siempre que la perra no sea obesa, suplementar la dieta habitual con alimento de cachorro de buena calidad, el cual usaremos luego para las crías.

Desde el día 45 en adelante empezaremos a notar ciertos cambios en la perra como aumento sustancial del tamaño del abdomen, desarrollo de las mamas, eventual secreción de leche o calostro, pérdida del tapón mucoso, contracciones esporádicas, aletargamiento y pérdida del apetito. Todos estos cambios son inespecíficos y no pueden ser usados como indicadores certeros de preñez, y si aún no hemos confirmado la preñez por medio de una ecografía, deberíamos hacerlo lo antes posible. También es el momento de empezar a preparar el lugar donde queremos que el parto se desarrolle. Debemos asignarle un lugar tranquilo, fresco en verano y cálido en invierno y de fácil acceso donde preferentemente instalaremos una paridera, e intentaremos que la perra lo adopte como su lugar.

Llegando al día 55 es cuando realmente empezamos a controlar la perra realizando el control de temperatura dos veces al día,volcando los resultados de las lecturas en una tabla que nos permitirá detectar una baja evidente de la misma, indicándonos que nos encontramos dentro de las 24 a 48 horas de que inicie el parto.
Es muy importante realizar la toma de la temperatura siempre de la misma manera, con el mismo termómetro, respetando los horarios siendo uno por la mañana y uno por la tarde. Lo que buscamos es evidenciar un descenso de la temperatura de alrededor un grado respecto de la medición realizada 24 horas antes.
Si creemos haber detectado la baja de temperatura es conveniente esperar 10 minutos y repetir la toma para estar seguros.

CONTROL DE TEMPERATURA PREPARTO

Día

55

56 57 58 59 60 61

62

Mañana                
Tarde                

Cuando el parto es inminente es conveniente tener a mano ciertos materiales que nos van a resultar útiles, como ser, abundante papel de diario o cartón corrugado, trapos y toallas limpias y absorbentes, tijera, hilo, guantes descartables, algodón, alcohol, agua oxigenada, pervinox, cintas de colores para identificar a los cachorros. Bolsas de agua caliente o mantas térmicas, caja de cartón o recipiente plástico para contener a los cachorros y balanza de cocina para pesarlos. Es bueno tener a mano siempre un anotador y un reloj que nos permita realizar registros fieles de todo el parto, y tomar fotos o videos para poder recordar luego este momento único!
Es de mucha utilidad tener una planilla donde anotar ciertos datos que nos permitirán evaluar con objetividad el desarrollo del parto.

CONTROL Y SEGUIMIENTO DEL PARTO

Fecha de Parto:

Natural / Asistido / Cesárea

Observaciones:

Nacimiento

Hora

Sexo Peso Observaciones

Color de Cinta

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

Es importante conocer esta información, ya que estos son algunos los parámetros que uno deberá observar para evaluar si el parto se está desarrollando normalmente, y de esta forma uno podría saber cuando es necesario pedir ayuda o seguir simplemente acompañando a la perra.
La mejor manera de saber si es necesario pedir ayuda, es conocer cómo es un parto normal, y si uno se enfrenta a cualquier situación diferente, sin duda será el momento de solicitarla.
Si seguimos bien las indicaciones previas, es muy probable que estemos preparados para reconocer el momento en que nuestra perra está comenzando el trabajo de parto.
Ver algunos videos y tener una charla previa con un profesional es recomendable, para llegar a ese momento lo más preparado posible.
Generalmente, en este momento, la actitud de la mayoría de las perras es bastante típica, pero siempre debemos recordar que la biología es variable y pueden apreciarse grandes diferencias en cada individuo, aunque es muy común que en las horas previas veamos en la perra signos como nerviosismo, dificultad para descansar, rascado del piso como si quisiera hacer un pozo, anorexia, temblores, jadeo, lamido de genitales, contracciones de intensidad y frecuencia variable y muchas otras actitudes diferentes a las habituales.
Este período tiene una duración muy variable y puede incluso en algunos casos pasar inadvertido, al extremo de ser el llanto de un cachorro el aviso inequívoco de que el parto ha comenzado. Pero en algunas ocasiones nos enfrentaremos a la situación inversa, y es en estos casos en los que debemos estar muy atentos y tener muy claras las señales de alarma.
Debemos reconocer cuando la perra está teniendo contracciones y lograr estimar la frecuencia e intensidad de estas. Si son esporádicas y débiles esperaremos pacientemente que se incrementen y aumenten su fuerza, pero por un período no mayor a cuatro horas. En cambio si estas ya son fuertes y frecuentes, es decir, más de tres o cuatro por minuto y la perra no logra expulsar ningún cachorro en diez minutos, deberíamos pedir ayuda. De igual forma lo deberíamos hacer si la perra rompe alguna de las membranas (bolsas) y pierde líquido, sin que esto se dé con la expulsión de cachorros, y más aún si el líquido eliminado no es transparente.
Si se produjo la expulsión del cachorro de forma natural dejaremos que la madre se encargue de él, rompiendo las membranas que lo cubren, comiéndose la placenta, cortando el cordón, lamiéndole para limpiarlo y poniéndolo a mamar. Pero debemos estar preparados y atentos para intervenir en cualquier momento para ayudarla a realizar esas tareas, ya que muchas veces por falta de experiencia, la perra, podría no hacerlo.

Cuando ayudamos a recibir al cachorro intentaremos despejar la zona de la cabeza de las membranas lo antes posible para permitir que este pueda respirar por sus medios, luego con un trapo seco lo vamos a frotar con cierta intensidad para secarlo, estimularlo y a la vez darle calor. Una vez que el cachorro haya reaccionado enérgicamente nos ocuparemos de cortar el cordón umbilical, pudiendo antes atarlo con un hilo de coser para evitar el sangrado. El corte lo haremos en chanfle y a unos dos centímetros del cachorro, e intentaremos que la madre no se coma la placenta ya que las perras bien alimentadas generalmente luego las vomitan. Finalmente le ofreceremos el cachorro a la perra para que ella lo reconozca le dé de mamar, asegurándonos que se prenda correctamente al pezón.
Este proceso se repetirá con cada cachorro pudiendo algunos necesitar asistencia y otros no, pero sí es importante contabilizar que salgan tantas placentas como cachorros.
Si algún cachorro se traba en la vulva y no logra ser expulsado por completo, deberemos ayudarlo. Tenemos que sujetarlo con un trapo seco para que no se nos resbale y sin tironear haremos tracción hacia los talones de la perra, esperando que lleguen las contracciones y sea expulsado.
Cuando finalice el parto, debemos observar el comportamiento de la perra con sus cachorros, ver si ella los asiste y los limpia. En caso de que no lo haga, podemos utilizar un algodón con agua tibia para estimular la micción y la defecación de los cachorros, simulando el lamido de la madre. Poner a los cachorros a mamar chequeando que succionen correctamente.
Si nos quedan dudas de que el parto verdaderamente terminó podemos solicitar ayuda al profesional, que por medio de la palpación o por ecografía lo confirmará. Nunca se debe confiar en la cantidad de cachorros observados en las ecografías realizadas durante la preñez, ya que no sirve como método de conteo de cachorros.

Planificación Básica durante la Gestación:

·        Día 0 Fecha de Servicio
·        Día 25 Realizar el 1er control Ecográfico
·        Día 40 Suplementar con Alimento de Cachorros
·        Día 50 Preparar Materiales y Lugar para el Parto
·        Día 55 Comenzar a controlar la Temperatura
·        Día 58 Realizar 2do control Ecográfico
·        Día 60 Parto